23 junio, 2009

América en Latina

América entra en su tina llena de agua y espuma; se queda quieta, los ojos cerrados. Así es como América se olvida del mundo.
El agua se mete en cada rincón de su figura. Es como si encima de ella hubiera un hombre besando cada centímetro de piel; un hombre moreno igual que ella, ardiente igual que ella; y de ella sólo queda la cara morena, hermosa, porque todo lo demás está bajo el baño de espuma que preparó con dream’s bubbles.
A su lado hay un envase de shampoo entreabierto. Lo aprieta y se echa un poco del líquido espeso en la palma de la mano, sintiendo el contacto frío y resbaloso que luego va a parar a su pelo. 
Los dedos de América son gruesos y morenos. Los dedos de América tocan la cabeza de América y le quitan la tierra que era de ella, lo único que realmente era de ella.
América recuerda que tiene un televisor en su baño. Lo enciende y mira como si la realidad estuviera en otro lugar, lejos. América disfruta, mientras el agua le quita la tierra.